En Horizon Europe, el plan de comunicación forma parte integral de la estrategia de impacto de cualquier propuesta financiada. La Comisión Europea exige a las entidades solicitantes no solo que desarrollen conocimiento o soluciones tecnológicas, sino también que comuniquen de forma efectiva los avances, resultados y beneficios del proyecto a públicos diversos. Este enfoque busca maximizar el retorno social de la inversión pública en ciencia y tecnología, asegurando que el conocimiento generado llegue más allá de los círculos académicos.

Estructura general del plan de comunicación

Un plan de comunicación sólido para Horizon Europe debe integrar actividades claras, adaptadas a distintas audiencias y con objetivos medibles. La propuesta debe explicar por qué se comunica, a quién se dirige la comunicación, qué mensajes se transmitirán, por qué canales, en qué momento y con qué recursos.

Una guía útil para la planificación es el uso de diez preguntas orientadoras, que puedes utilizar para elaborar la base de tu plan de comunicación para Horizon Europe:

  1. ¿Por qué comunicas?
  2. ¿A quién diriges la comunicación?
  3. ¿Qué quieres lograr?
  4. ¿Con qué recursos cuenta?
  5. ¿A través de qué canales comunicarás los mensajes?
  6. ¿Cómo llevarás a cabo las actividades?
  7. ¿Cuándo implementarás las acciones?
  8. ¿Qué mensajes emitirás?
  9. ¿Cómo medirás las actuaciones (KPI)?
  10. ¿Qué impacto esperas lograr?

Estas preguntas permiten estructurar un plan claro, con actividades adaptadas al contexto del proyecto y al perfil de las personas destinatarias.

Comunicación, diseminación y explotación: diferenciación necesaria

Es habitual que las propuestas no distingan adecuadamente entre comunicación, diseminación y explotación. La comunicación está dirigida al público general y busca concienciar sobre el valor de la investigación financiada con fondos públicos. La diseminación o difusión tiene como finalidad compartir resultados concretos con públicos especializados, como otras entidades científicas, empresas o responsables políticos. La explotación, por su parte, se refiere al uso efectivo de los resultados, ya sea con fines comerciales, regulatorios o sociales.

En la sección de impacto del proyecto, debe describirse con claridad cómo estas tres dimensiones se desarrollarán de forma coordinada, destacando las sinergias entre ellas. En este sentido, conviene presentar un plan de acción con indicadores medibles para cada dimensión, diferenciando audiencias, mensajes y herramientas.

Canales y formatos: variedad y segmentación

Un plan efectivo incorpora múltiples canales de comunicación para llegar a públicos diversos. Los medios digitales —como redes sociales, boletines electrónicos, blogs y vídeos— deben integrarse con actividades presenciales como talleres, seminarios o participación en ferias científicas. El uso de medios audiovisuales y estrategias narrativas (storytelling) puede mejorar la comprensión pública de temas complejos.

Para los canales especializados, se recomienda detallar qué conferencias científicas están previstas, qué revistas de alto impacto se consideran para publicaciones, y qué redes de conocimiento o asociaciones profesionales se utilizarán para la diseminación técnica.

En el caso de herramientas propias, como una página web del proyecto, es necesario explicar su estructura, su función y cómo se garantizará su mantenimiento. Además, deben plantearse mecanismos de seguimiento de impacto como el uso de métricas web, número de descargas, citas o interacción en redes.

Planificación temporal y asignación de responsabilidades

La comunicación debe planificarse desde el inicio del proyecto, y no limitarse a fases finales. La propuesta debe incluir un cronograma que muestre cuándo se desarrollarán las principales actividades, cuáles son los hitos esperados y cómo se medirá su efectividad.

También se deben asignar responsabilidades claras dentro del consorcio, indicando qué entidad coordina la comunicación, qué recursos se dedicarán a cada actividad y qué competencias aportan los miembros responsables. La asignación de un equipo con experiencia en divulgación y comunicación científica fortalece la propuesta ante los evaluadores.

Sostenibilidad y continuidad más allá del proyecto

Uno de los elementos más valorados por la Comisión es la sostenibilidad del impacto. El plan de comunicación debe considerar cómo mantener visibles los resultados después del cierre oficial del proyecto. Esto puede incluir la creación de materiales reutilizables, el establecimiento de redes de usuarios o comunidades de práctica, o la transferencia de contenidos a plataformas de libre acceso.

En propuestas con resultados susceptibles de protección, como patentes o software propietario, es necesario equilibrar la difusión con las estrategias de explotación. Esto implica determinar de forma anticipada qué resultados se comunicarán abiertamente, cuáles se protegerán y quién los gestionará.

El plan de comunicación en Horizon Europe no debe entenderse como una obligación secundaria, sino como una parte estratégica del impacto esperado. Elaborar un plan bien estructurado, con audiencias definidas, mensajes claros y mecanismos de evaluación, refuerza la calidad de la propuesta y mejora sus posibilidades de financiación. Además, permite visibilizar la investigación, generar vínculos con la sociedad y contribuir de forma activa a los objetivos estratégicos de la Unión Europea.

Si quieres que colaboremos en tu estrategia de impacto, ponte en contacto con nosotros.

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