La justificación de gastos en proyectos financiados con fondos europeos es una parte esencial del proceso de ejecución, seguimiento y rendición de cuentas. Se trata de un procedimiento técnico y normativo que debe abordarse con rigor desde el inicio del proyecto, dado que de su correcta realización depende la aceptación de los gastos declarados, el pago de los fondos pendientes y la superación de controles y auditorías posteriores.

Justificar gastos: qué significa y por qué es obligatorio

Justificar gastos no se limita a recopilar facturas o balances. Supone demostrar que cada euro recibido se ha utilizado en actividades previstas y aprobadas en el marco del proyecto, y que estos gastos se han realizado de forma adecuada conforme a las reglas aplicables. La normativa exige presentar documentación incluso en aquellos periodos en los que no se han producido desembolsos, en cuyo caso debe presentarse una declaración de gasto cero acompañada de las explicaciones correspondientes en los informes técnicos.

La justificación también incluye el cumplimiento del calendario de ejecución, los requisitos de contratación pública o privada, y la correspondencia entre los recursos utilizados y los resultados alcanzados. El incumplimiento o la presentación incompleta puede dar lugar a recortes en la financiación o incluso a la obligación de reintegrar fondos ya percibidos.

Tipología de gastos subvencionables y condiciones de elegibilidad

En proyectos europeos cofinanciados a través de programas como Horizon Europe, LIFE, Interreg u otros fondos estructurales, los tipos de gastos más comunes incluyen costes de personal, adquisición de equipos y materiales, servicios externos, subcontrataciones, viajes y dietas, entre otros.

Los costes de personal deben justificarse mediante nóminas, certificados de retenciones y registros de dedicación al proyecto. Los materiales y equipos, por su parte, requieren facturas con descripción suficiente, referencia a la normativa fiscal y relación clara con las actividades del proyecto. En el caso de servicios y subcontrataciones, además de las facturas, se deben presentar los contratos, pedidos y evidencias de la prestación efectiva del servicio.

Para los gastos de viaje, es necesario conservar billetes, justificantes de pago y documentación que acredite la vinculación directa con el proyecto (programas de eventos, informes de reuniones, actas, etc.). Cualquier gasto no previsto inicialmente en el presupuesto aprobado o realizado fuera del periodo de elegibilidad puede ser rechazado.

Documentación justificativa: qué conservar y cómo presentarla

La documentación básica debe incluir: facturas legales, justificantes bancarios nominativos que acrediten el pago (extractos, transferencias, cheques), nóminas, contratos, certificados de retención, informes técnicos y una relación certificada de gastos firmada por la entidad beneficiaria. En proyectos de gran envergadura, también es obligatorio aportar un informe de auditoría externa junto con la cuenta justificativa.

En todos los casos, los documentos deben conservarse en su forma original durante un periodo mínimo de cinco años desde la finalización del proyecto. Esto responde a la posibilidad de controles ex post por parte de autoridades nacionales o europeas.

Procedimiento habitual de justificación

El procedimiento se inicia con la recopilación ordenada de toda la documentación. A continuación, se elabora la cuenta justificativa, que debe contener un análisis detallado de los gastos, su vinculación con las actividades realizadas y su adecuación a los criterios de elegibilidad. Esta cuenta, junto con los documentos requeridos, se presenta generalmente de forma telemática en las plataformas designadas por la entidad financiadora, como el Portal del Participante de la Comisión Europea o la plataforma CoFFEE en programas gestionados por agencias nacionales.

Tras su presentación, la documentación puede ser objeto de revisión por parte de la autoridad gestora, que puede solicitar aclaraciones o documentos adicionales. En proyectos que superan el umbral del millón de euros, la revisión incluye también el informe de auditoría externa que certifique la veracidad de los gastos.

Errores frecuentes y recomendaciones prácticas

Entre los errores más habituales se encuentran la presentación de facturas con datos incompletos, la falta de justificantes bancarios nominativos, la imputación de gastos fuera del periodo aprobado o el incumplimiento de los procedimientos de contratación establecidos. Asimismo, puede haber problemas relacionados con la no conservación de la documentación o su presentación en formatos inadecuados.

Para minimizar riesgos, es recomendable diseñar desde el inicio una estrategia de archivo y seguimiento, mantener un control periódico sobre los gastos y su coherencia con el presupuesto aprobado, y revisar en detalle las bases reguladoras específicas de cada convocatoria. Consultar con profesionales especializados o con el personal gestor del proyecto también puede ser útil ante situaciones dudosas.

La justificación de gastos en proyectos europeos no es únicamente un trámite financiero, sino un componente esencial de la gestión técnica y administrativa del proyecto. Si quieres abordar este procedimiento con corrección y sin dudas, contacta con nosotros, somos expertos en gestión y ejecución de proyectos.

 

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