La economía circular es una de las prioridades de la UE dentro de su estrategia de sostenibilidad y competitividad. En el marco de Horizon Europe, las convocatorias vinculadas a este enfoque buscan reducir el impacto ambiental del uso de materiales y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos. Para que una propuesta tenga mayores posibilidades de éxito, es necesario alinear su planteamiento con los objetivos estratégicos de la UE y demostrar su impacto sistémico a nivel económico, ambiental y social.

 

Identificar prioridades estratégicas y encaje con las convocatorias

El primer paso para desarrollar una propuesta sólida es identificar las prioridades específicas dentro de la economía circular que aborda la convocatoria. La Comisión Europea ha definido sectores clave, como la bioeconomía, la reutilización de materiales críticos y la reducción de residuos en industrias estratégicas. En este contexto, el programa Horizon Europe financia proyectos que analicen la viabilidad de soluciones innovadoras y su escalabilidad en distintos contextos. Incluir una evaluación cuantificable del impacto esperado, basada en métricas como reducción de residuos, huella de carbono y eficiencia en el uso de recursos, es un elemento clave en la evaluación de propuestas​.

 

Enfoque en soluciones sistémicas replicables

Las iniciativas financiadas por la UE buscan no solo desarrollar tecnologías o metodologías innovadoras, sino también generar modelos que puedan aplicarse en diferentes contextos geográficos y sectoriales. Por ello, las propuestas deben demostrar su replicabilidad y escalabilidad, estableciendo planes claros para la transferencia de conocimiento y la aplicación de los resultados más allá del ámbito específico del proyecto. Para ello, es recomendable incluir en el consorcio actores que representen distintos sectores y regiones, lo que facilitará la adaptación de las soluciones a diferentes entornos​.

 

Incorporación de herramientas de medición y evaluación

Los proyectos financiados por Horizon Europe deben incluir mecanismos que permitan medir con precisión el impacto de las soluciones propuestas. Para ello, es recomendable definir indicadores clave desde la fase inicial, asegurando que sean cuantificables, comparables y alineados con los marcos normativos europeos. Estos indicadores deben permitir evaluar la reducción del impacto ambiental, la eficiencia en el uso de recursos y los beneficios socioeconómicos de la iniciativa.

Uno de los enfoques más utilizados es el análisis del ciclo de vida (Life Cycle Assessment, LCA), que mide el impacto ambiental de un producto o proceso en todas sus etapas, desde la extracción de materias primas hasta su disposición final. También se emplean metodologías como la huella de carbono y la huella hídrica, que cuantifican las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de agua, respectivamente.

Los indicadores seleccionados dependerán del ámbito específico del proyecto, pero algunos de los más relevantes incluyen:

  • Eficiencia en el uso de recursos: consumo de materias primas por unidad de producción, porcentaje de materiales reciclados utilizados, y reducción del consumo energético en los procesos productivos.
  • Gestión de residuos y reutilización: porcentaje de residuos generados que son reutilizados o reciclados, reducción de residuos peligrosos y aumento de la vida útil de los productos.
  • Reducción de emisiones y consumo de agua: reducción de CO₂ equivalente, ahorro en consumo de agua en comparación con métodos convencionales y disminución de contaminantes vertidos a ecosistemas acuáticos.
  • Impacto socioeconómico: creación de empleo en sectores de economía circular, incremento de ingresos en mercados de reutilización y reciclaje, y mejoras en las condiciones laborales derivadas de nuevos modelos productivos.

Incorporar métricas de evaluación sólidas no solo mejora la credibilidad del proyecto, sino que también facilita su replicabilidad y escalabilidad en diferentes sectores y regiones.

 

Integración con políticas y normativas de la UE

Para que una propuesta tenga una mejor evaluación, es recomendable que su enfoque esté alineado con normativas y estrategias europeas, como el Plan de Acción de Economía Circular y el Pacto Verde Europeo. La inclusión de un análisis sobre los marcos regulatorios existentes y las posibles barreras para la implementación de las soluciones propuestas puede aportar un valor añadido. También es beneficioso incluir recomendaciones de políticas basadas en los hallazgos del proyecto, lo que refuerza la relevancia del estudio a nivel legislativo y facilita su impacto a largo plazo​.

¿Quieres integrar la economía circular en propuestas de Horizon Europe? Desde SACSIS te podemos ayudar a elaborar una estrategia bien definida que combine innovación tecnológica, análisis de impacto y alineación con las prioridades de la UE. Adaptar el proyecto a los marcos normativos y garantizar la interoperabilidad de los datos son factores clave que pueden fortalecer la competitividad del proyecto en el proceso de selección, déjate que te asesoremos.

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