La investigación clínica académica enfrenta desafíos únicos en Europa, donde la competencia global y la complejidad regulatoria exigen estrategias de financiación bien articuladas. Este artículo detalla oportunidades actuales para ensayos clínicos independientes, basándose en programas europeos y mecanismos de apoyo específicos.
Horizon Europe: convocatorias específicas para ensayos clínicos
Horizon Europe incluye líneas específicas para ensayos clínicos, destacando el programa EDCTP3 (European and Developing Countries Clinical Trials Partnership) con un presupuesto de 214 millones de euros para 2025. EDCTP3 publicó su programa de trabajo 2025 a finales del año pasado y actualmente están en los consorcios que han pasado la primera etapa están preparándose para la segunda que concluye en septiembre. Este programa prioriza la financiación de ensayos clínicos colaborativos para enfermedades infecciosas relacionadas con la pobreza y emergentes en África subsahariana. El plan pone especial atención en vacunas, diagnósticos y tratamientos innovadores, fomentando alianzas entre instituciones europeas y africanas para fortalecer capacidades locales y generar evidencia de alta calidad con impacto global.
Es importante comprender que Horizon Europe mantiene una línea de apoyo relevante para ensayos clínicos académicos dentro de su Pilar II, dedicado a los desafíos globales y la competitividad industrial europea. Concretamente, el Clúster de Salud incluye topics enfocados a estudios clínicos independientes, dirigidos a validar nuevas indicaciones, comparar tratamientos existentes o generar datos sólidos sobre intervenciones que impacten directamente en la práctica clínica.
Estas convocatorias, estructuradas bajo esquemas como los “Public-Private Partnerships” (PPPs) o los “Joint Actions”, suelen exigir la formación de consorcios amplios y multidisciplinares, donde participan hospitales universitarios, centros de investigación biomédica, agencias reguladoras y organizaciones de pacientes. La clave es demostrar la capacidad de gestionar grandes muestras, cumplir con la normativa ética y regulatoria, y garantizar una diseminación efectiva de los resultados.
Un ejemplo representativo es la Iniciativa Conjunta para la Salud (IHI, por sus siglas en inglés), que sustituye y amplía el alcance de la antigua IMI (Innovative Medicines Initiative). Aunque IHI pone un foco significativo en la colaboración público-privada, mantiene líneas específicas para apoyar ensayos clínicos académicos que aporten datos relevantes para la toma de decisiones en políticas de salud y mejoren la calidad de vida de la población. En su convocatoria más reciente, IHI ha puesto en marcha iniciativas con un presupuesto total de 120 millones de euros para abordar, entre otros temas, ensayos clínicos en diabetes tipo 1 y trastornos cerebrales, fomentando consorcios que integren investigación básica, hospitales universitarios y participación de pacientes para acelerar el desarrollo de terapias y mejorar la atención clínica. El cierre de esta convocatoria finaliza el 9 de octubre de 2025.
Redes e infraestructuras europeas de apoyo
Además de los fondos directos, existen infraestructuras de investigación clínica como ECRIN (European Clinical Research Infrastructure Network, que facilitan la gestión operativa y reducen costes indirectos asociados a la coordinación multinacional.
Otras redes como la European Reference Networks (ERNs) apoyan ensayos clínicos centrados en enfermedades raras, un campo donde la colaboración internacional es imprescindible debido a la escasa prevalencia de los casos. Estas redes suelen servir de punto de partida para identificar cohortes de pacientes, acordar protocolos comunes y acceder a biobancos compartidos, lo que aumenta la robustez de los datos obtenidos.
Programas complementarios y financiación
Para maximizar el impacto y la viabilidad de un ensayo clínico académico, se recomienda explorar fuentes de financiación complementarias. Fondos estructurales y de cohesión, mecanismos como el EU4Health Programme o iniciativas nacionales coordinadas pueden cofinanciar fases concretas del estudio, como la recogida de muestras, la compra de equipamiento o el desarrollo de herramientas digitales de seguimiento de pacientes.
Por ejemplo, una convocatoria reciente de EU4Health financia ensayos clínicos pragmáticos destinados a mejorar la calidad de vida de pacientes mayores de 65 años con cáncer, promoviendo la colaboración entre hospitales, redes oncológicas y grupos de pacientes para evaluar intervenciones integrales que respondan mejor a las necesidades de esta población. Esta convocatoria finaliza 16 de septiembre de 2025.
La sinergia entre fondos europeos y nacionales es un aspecto cada vez más valorado por la Comisión Europea, ya que permite optimizar recursos y garantizar la sostenibilidad de los proyectos más allá de la fase inicial de implementación. En este sentido, resulta determinante contar con un plan de gestión financiera claro, que contemple la rendición de cuentas conforme a las directrices europeas y los requisitos éticos aplicables.
Buenas prácticas para acceder a estos fondos
La participación exitosa en convocatorias para ensayos clínicos académicos requiere, además de un diseño metodológico riguroso, una estrategia de colaboración sólida. Los evaluadores valoran la existencia de consorcios bien estructurados, con roles definidos, experiencia contrastada en reclutamiento de pacientes y una gestión de datos conforme al Reglamento General de Protección de Datos (GDPR).
Si eres investigador o grupo de investigación que estás interesado en presentar propuesta para ensayos clínicos y necesitas asesoramiento profesional en este ámbito, consúltanos y te ayudaremos a encajar tu proyecto en la convocatoria más adecuada para financiar tu línea de investigación.