La inversión en I+D en España alcanzó el 1,41% del PIB en 2020. Aunque la inversión creció por sexto año consecutivo, el país vuelve a estar lejos del objetivo del 2% que el Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2017-2020 establecía para 2020.
En relación con Europa, España está por debajo de la media de la UE en relación a la I+D+i, según un estudio del Eurostat de 2020, ocupando la posición 14 de 27.
En este contexto de baja inversión a la I+D y poca proyección frente a Europa, el Gobierno buscó la incentivación del sector, aprobando la Ley 27/2014, de 27 de noviembre, del Impuesto de Sociedades, con el fin de potenciar la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica.
Las deducciones fiscales aprobadas a través de esta Ley, y aptas para todo tipo de empresas, pueden ser deducciones por innovación tecnológica, y deducciones por investigación y desarrollo.
Las dos pueden solicitarse a través del modelo 200 del Impuesto de Sociedades del propio ejercicio.
Pero, ¿qué actividades que se consideran de I+D?
Principalmente:
- Se considera actividades de investigación a la indagación original y planificada que persiga descubrir nuevos conocimientos.
- El diseño y elaboración del muestrario para el lanzamiento de nuevos productos.
- El desarrollo a la aplicación de los resultados de la investigación o de otro tipo de conocimiento científico para la fabricación de nuevos materiales o productos o para el diseño de nuevos procesos
- La materialización de los nuevos productos o procesos
- La creación, combinación y configuración de software avanzado
¿Qué deducciones hay para la I+D?
La deducción por I+D es variable y para calcularla, se debe contar los gastos realizados en investigación y desarrollado (25%) y las inversiones en bienes inmovilizados dedicados en exclusividad a la I+D (8%). A ello se deberá sumar, en el caso de que corresponda, una deducción por personal contratado exclusivamente para I+D (17%) y una deducción por exceso de gasto en I+D respecto a la media de los dos años anteriores (17%).
¿Qué actividades se consideran innovación tecnológica?
Se considerará innovación tecnológica principalmente:
- Los avances tecnológicos en la obtención de nuevos productos o procesos de producción.
- El diseño industrial o ingeniería de procesos de producción (la creación de un primer prototipo no comercializable, los proyectos de demostración inicial o proyectos piloto).
- La compra de patentes, licencias, etc.
- La obtención del certificado de cumplimiento de las normas de aseguramiento de la calidad de la serie ISO 9000, GMP o similares.
¿Qué deducciones hay para la innovación tecnológica?
La base de la deducción estará constituida por el importe de los gastos de investigación y desarrollo y, en su caso, por las inversiones en elementos de inmovilizado material e intangible excluidos los edificios y terrenos. Con referencia a la compra de patentes, licencias, etc., el gasto deducible no podrá ser superior a 1.000.000 de euros y con respecto a los certificados, no podrán deducirse los gastos de la implantación de estas normas.
Si quieres aumentar las posibilidades de recibir estas deducciones, déjate asesorar por nosotros y te guiamos a la hora de rellenar las solicitudes que necesita tu empresa para beneficiarse de ella, así como realizar adecuadamente la justificación a Hacienda.